García, del dopaje a la gloria del gol
CLAUSURA 2012. México DF. Pocos recuerdan que el joven defensor de los Pumas José Antonio García estuvo suspendido seis meses en 2010 por dopaje. Hoy todos piensan en él por el gol que anotó para los Pumas ante el Toluca, con el que selló la victoria.
En examen de la Federación Mexicana de Futbol se le encontró metilfenidato y ácido ritanilico, un metabolito, que es el residuo que deja la sustancia presuntamente dopante en la orina, y por el cual puede saberse que se ingirió tal o cual sustancia.
El metilfenidato es una anfetamina que puede mejorar el rendimiento deportivo, pero García la tomaba debido a que padece déficit de atención y esa sustacia es un medicamente muy conocido para atender ese padecimiento.
De hecho, tan claro estuvo su caso que los Pumas lo apoyaron y se mantuvo en sus filas cuando en otras circunstancias habría salido de una institución que no tolera a los tramposos y menos cuando están en período de formación.
El problema de García fue que incumplieron con la normativa de dopaje de la FMF. Un jugador en su circunstancia debe avisar qué está ingiriendo para el caso en el que salga en el sorteo y deba ir al examen antidoping.
Pero, dadas las circunstancias, García sólo se llevó una suspensión de seis meses y ahora está teniendo de nuevo la oportunidad de comenzar su camino en la Primera División.
“Son tiempos difíciles, diferentes, eso ya pasó [el problema del dopaje], ya no lo tengo presente, me hizo más fuerte mentalmente y estoy disfrutando este momento”, dijo a El Universal con respecto a su suspensión.
Entrevistado por el mismo diario, el director deportivo del equipo, Mario Trejo, explicó por qué se le mantuvo en la institución: “Padecía un problema de falta de concentración y tomaba un medicamento. Cuando recibimos el comunicado de la FMF nos dedicamos a esclarecer todo y se le suspendió por seis meses. Lo mantuvimos en la institución, cumplió su sanción y hoy tenemos grandes esperanzas en él”.