Los ídolos relegados de Pumas
APERTURA 2012. México, DF. 19/09/2012. Su etiqueta de estandartes se opaca con el deslucido color de la banca, su calidad en CU se derrocha a cuenta gotas; son jugadores que llegaron al club como auténticos ídolos y que el domingo Mario Carrillo decidió dejar en la banca, pues consideró que había mejores opciones.
El caso más sorprendente es el de Martín Romagnoli. El argentino llegó al club con la misión de ser el jefe del mediocampo, hasta antes del arribo del ‘Capello’ había iniciado todos los partidos, pero su etiqueta de inamovible se vio quebrantada cuando tuvo que ver el duelo ante San Luis desde la banca. Martín es sincero, fue algo que le sorprendió.
Pero Romagnoli no baja los brazos, quiere regresar al once titular y jugar ante las Chivas.
El que parece que de a poco va perdiendo credibilidad es Alejandro Palacios. El portero había jugado completos los tres torneos anteriores; con la llegada de Del Olmo, tuvo que cederle el arco a Odín Patiño en dos ocasiones y la situación se repitió el fin de semana con Carrillo. El ‘Pikolin’, que ya ha sido campeón, sabe que deberá redoblar esfuerzos para tener de vuelta su lugar, más aún cuando tienen al Rebaño como próximo rival.
Luis García es otro relegado. Su caso es similar al de Palacios, no había sido regular con el ‘Jaibo’ y contra los Reales entró de cambio como ya es una costumbre. El español llegó con etiqueta de ídolo y no se ha podido afianzar, ha comenzado tres partidos como titular, sólo terminó uno de ellos y apenas ha anotado un gol. Elementos como Fernando Espinosa tienen más minutos que él, por eso García ya no se pone quisquilloso, jugará donde lo pongan, incluso si es de volante.
El último caso es del ‘Hecho en CU’. Jaime Lozano ha sido completamente borrado. Regresó al club como un hijo pródigo e incluso inició jugando, pero en los últimos tres partidos no ha visto acción ni un minuto, siempre que ha iniciado ha salido de cambio y ahora es elemento de la Copa MX.
Sí, son jugadores emblemáticos, flamantes refuerzos de cualquier equipo mexicano, que en Pumas han tenido que aguantar un poco el orgullo, tomar aire y redoblar esfuerzos para que no los trague el olvido.